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Cientos de lectores sufren de esta curiosa dolencia de la que no se conoce cura. Dolores de cabeza, ojos vidriosos y cartera vacía son algunos de sus síntomas.
Suena el despertador. Son las siete y media de la mañana. Es entonces, y sólo entonces, cuando te das cuenta de que quizá tendrías que haber parado antes de leer.
Pero claro, ese capítulo estaba tan interesante, era necesario que lo
terminaras. Y luego, una página más. Un página más y apagabas la luz.
Pero bueno, si sólo quedaban sesenta páginas más para terminar, ¡no ibas
a dejarlo ahí!
El resultado, una dolencia de lo más curiosa: el resacón de libro. Además de los habituales síntomas, a saber, dolor de cabeza por la
falta de sueño, los ojos pegados con cola y somnolencia exagerada, es
posible que un excesivo abuso de la noche para leer provoque otros
efectos secundarios debido al alto consumo de ficción en
unas horas en las que el cerebro debería estar procesando lo visto
durante el día y no seguir recibiendo información, ¡y encima, ficticia!
Así pues, no es de extrañar que aquellos aquejados de un buen resacón de libro acaben con problemas para reconectar con el mundo real tras
una inmersión total. Por lo visto, la información de la ficción acaba
por imponerse a la normal durante un tiempo. Y cuidado, quizá el daño
pueda hacerse permanente.
Pero, ¿me pasa a mí, doctor?
Bien, hay algunas fases bien conocidas. La primera es la del
lenguaje. Si te levantas por la mañana y le dices a tu novio que es “tu
sol y tus estrellas” es un síntoma de que llevas muchas páginas leídas
seguidas de Canción de Hielo y Fuego. Si comienzas a referirte a
la gente que no lee como tú bajo el término de “muggles” o que, de
repente, te gustan los chicos “dark, tall and handsome” es que tu índice de lecturas nocturnas se está acercando peligrosamente al límite.
Otro síntoma se manifiesta en la deslocalización geográfica, es
decir, salir a pasear después de terminar del tirón, por ejemplo, Trópico de Cáncer y darte cuenta después de un rato que no estás paseando por el barrio latino de París, sino dando vueltas por el parque de tu barrio.
El resacón de libro también es peligroso para la economía familiar.
Si un libro te ha dado un buen resacón, esa sensación se convierte en
adictiva, así que es más que probable que intentes reproducir la
experiencia, normalmente comprando todos los libros que haya escrito ese
autor. En el caso de que no tenga muchos, acabarás pidiéndole por
Twitter que escriba ya el siguiente. Pero YA YA.
Si tienes estos síntomas, entonces no lo dudes: tienes un resacón de
libro. Por desgracia, poco o nada se puede hacer ya: es una sensación tan dolorosa como adictiva y es poco probable que quieras salir de ese oscuro círculo vicioso de buenas lecturas.
- Fuente: www.lecturalia.com
Aunque nunca me doy atracones nocturnos (el sueño puede más que el ansia por leer), de todos los "síntomas" que describes confieso que después de terminar un clásico comienzo a hablar de una forma más recatada y victoriana XD
ResponderEliminarMuy buena entrada, me ha hecho gracia!
Saludos ;)
jajajaja, eso me ha pasado a mi esta mañana. La verdad es que me ha pasado muchas veces y espero que me siga pasando porque es señal de que un libro me vuelve loca
ResponderEliminarbesitos
Hola!!!
ResponderEliminarHoy amanecí con dolor de cabeza mortal y salí de trabaja y fui a comprar libros jajajaja ¿cuál es el diagnóstico doctor? ¿tengo esperanzas? PD mi bolsillo quedó en ruinas ahora a pan y agua hasta que cobre el sueldo jajajaja T_T
Besos (No sé porqué me sentí identificada con la nota)